lunes, 29 de octubre de 2012

Crónica Tenerife Blue Trail - 3ª Parte. Por Javi Padrón

 
Llego a la Caldera bastante desorientado, mirando en todas direcciones. No sé si busco alguien o algo. Quizás algún conocido que me anime. Creo reconocer a varios, pero no estoy muy seguro. No pienso sino en relajar los músculos un poco y comer y beber algo que me ayude a seguir, pero la verdad, nada de lo que veo me convence. Como siempre como un poco de plátano, lleno los botellines y la gente del avituallamiento habla conmigo. La verdad, no recuerdo si eran militares o voluntarios, tan despistado iba. Me animan diciendo que ya lo tengo casi hecho, que quedan 5 kilómetros para el próximo avituallamiento pero ya no me lo creo (eran más de 8). Alguien me da un gel y me lo tomo a ver si aguanto hasta el final. Me despido y salgo cuesta arriba dispuesto a terminar cuanto antes con los 13 kilómetros que me faltan hasta meta. Me acompaña otra vez el cámara de Kikarazu, que me hace una pequeña entrevista, que aunque no recuerdo bien, seguro que dije alguna tontería. Ahora toca una subida bastante pronunciada de algo más de un kilómetro, bastante dura a estas alturas de carrera, pero que consigo terminar en poco tiempo.
 
 

 
En la parte alta me encuentro con un corredor de la Trail, que me había adelantado con anterioridad y que está sentado. Me paro y le pregunto cómo está. Me dice que bien, que sólo es un poco de gripe que lo tiene asfixiado y que va a ir más despacio. Sigo de largo y empiezo a correr. Voy bastante bien otra vez. Me encuentro numerosos grupos de senderistas que me animan cuando paso. De vez en cuando miro atrás pero no se ve a ningún corredor. Llego a la zona de los órganos y cada vez me encuentro más sólo. No alcanzo a nadie, no me alcanza nadie. Ahora empiezan unos tramos bastante empinados otra vez. Estos si se me hacen un poco largos, pero sé que ya queda poco para empezar a bajar. Cuando voy llegando al Portillo del Topo, la parte más alta de la Caldera, oigo voces. De repente me encuentro una pareja de la Guardia Civil que vienen hacia mí. Me paran y me dicen que la carrera se ha suspendido. ¿Cómo? Me cuentan lo sucedido y me cambia la cara. Me siento en el suelo y hablamos un rato. No me lo quiero creer. Me dicen que si quiero seguir hasta el siguiente avituallamiento, que allí me recogerá algún coche de la organización. Ellos van en dirección contraria por si hay más corredores. Me despido y empiezo a caminar muy lentamente. Ahora si me he desmoralizado. Ya no tengo ganas de correr. Miro el teléfono y veo llamadas perdidas, pero no tengo cobertura. Camino despacio y me pongo el cortavientos. Ya hace frío otra vez. Al poco rato me suena el móvil. Mi mujer preocupada que donde estoy que están trayendo a los corredores a meta. Me dice que aún están entrando corriendo algunos de la ultra. La tranquilizo y le digo que estoy bien, pero que se me han quitado las ganas de correr. Al par de minutos otra llamada. Ahora es Luis Mahy, que me eche a correr, que están esperando por mí. No quiero preocuparlos más, y a la vez me entran ganas de llegar. Empiezo a correr otra vez rápido y enseguida llego al último avituallamiento. Me invitan a croquetas y me como dos. Qué bien me sientan. Me dicen que si me voy a quedar allí, que ellos me llevan y les pregunto que cuanto queda para meta. 4 kilómetros, y fue la única vez que no me engañaron. Les digo que quiero seguir y salgo por la pista. Un par de vueltas y entro en un sendero. Me suena mucho del año pasado. Pinolere está cerca. Ya lo noto. Salgo del monte y ya veo el arco.
 
 
 
 
 
 
Llego corriendo y la gente me mira extrañada. ¿No se había suspendido? Entro en meta y sólo mi familia y alguno más me aplaude. La entrada más descafeinada que he hecho, pero lo comprendo. No está la gente muy animada. Por todos lados se ven malas caras. Abrazo a mi mujer, a mis hijos, a mi familia y a los demás compañeros. Estoy muy contento conmigo mismo, aunque no es momento de celebrarlo. He tardado 13horas y 35 minutos en hacer 93kilometros. He quedado en el puesto 9 (de verdad, lo menos que me importa) y, aunque no he hecho muchas ultras, sin duda es en la que en mejores condiciones he llegado a meta.






Pequeña reflexión ”personal”

No voy a opinar sobre si la carrera estuvo bien suspendida o no. No tiene sentido ya. Tampoco voy a decir lo que pienso de cómo estuvo la carrera en temas de organización. Todo esto me lo guardo para mí. Lo que si hago es respetar la opinión de cada uno, aunque no la comparta. Todos tenemos derecho a expresarnos libremente siempre y cuando lo hagamos con educación. Ha habido unos comentarios que no me han gustado y con los que no estoy para nada de acuerdo. A raíz del desgraciado accidente del pasado 20 de octubre, se ha dicho que las carreras de montaña se están profesionalizando mucho. Que ya no se corre por correr, que todo es competir y que en los puestos de adelante no se ayudan entre los corredores. Que hay que ir a las carreras por divertirse y por hacer amigos. Bien. Yo entreno lo que puedo. Los fines de semana me divierto con mis compañeros de equipo, que no son otros que mi padre, mi cuñado, mi compañero de trabajo y algún amigo más. Pero cuando voy a una carrera voy a competir. Pues sí, a competir. No me gasto 80 euros que vale la inscripción de la Bluetrail para después salir a pasear. Cada uno es libre de ir al ritmo que quiera o al que pueda. Pero si un corredor intenta quedar en una carrera en el mejor puesto posible, no creo que sea por egoísmo. Estoy seguro que ninguno de mis compañeros ni ninguno, o casi ninguno de los corredores que conozco seguiría de largo cuando otro corredor necesitara ayuda. Las dos veces que encontré a corredores parados en esta carrera me paré yo a ver que les sucedía. Si viene un corredor detrás de mí y viene más rápido, en cuanto pueda lo dejo pasar. No sé a qué nivel estoy yo. Creo que soy del montón (un saludo a Roberto), pero creo que todos, o casi todos los corredores independientemente del nivel que tengan, primero ayudarían a un compañero, y después irían a competir.


Otra cosa, la tragedia sucedida el día de la carrera pudo haber sucedido en cualquier momento y en cualquier lugar. Todos los días hay accidentes de coche y no por eso dejamos de conducir. Esto lo digo por gente que comentó que jamás volvería a correr. Bueno, dejo ya esta parafernalia que me está saliendo porque no sé ni cómo terminar. Un saludo a los que la hayan leído que ya tendrán la vista cansada. Nosotros seguiremos divirtiéndonos entrenando y en las carreras dando todo lo que podamos. Hasta la próxima.
 
Javi Padrón
 
 
 
 
Fotos:
 
 
 
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PSB
 


6 comentarios:

  1. Muy buena cronica Javi, estaba ansioso esperando el desenlace final jejeje... me ha gustado mucho el relato de tu vivencia en la carrera y estoy muy de acuerdo contigo en tu reflexión personal, un saludo y nos vemos corriendo...

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  2. muy buena 2 y 3 parte,pero mucho mejor la opinion personal,muy de acuerdo contigo,un saludo

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  3. Magnífica crónica y mejor aún el carrerón que te hiciste. A pesar de los pesares, y si todo hubiera salido bien, habrías hecho (aunque para mi lo hiciste) un super resultado.
    Mi más sincera enhorabuena.

    En cuanto a la reflexión personal, comparto totalmente lo que dices y no acabo de entender muchas posturas que he leído por ahí... No he querido entrar en los debates (en Facebook, por ejemplo) porque seguro que saldría "vapuleado", pero bajo mi punto de vista, la hipocresía es la reina de la fiesta, una vez más... Por eso te agradezco tu punto de vista sincero.

    Enhorabuena otra vez.
    Un abrazo.

    Salud!

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  4. Pues enhorabuena de nuevo, y estoy totalmente de acuerdo con tu reflexion final. Saludos.

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  5. Cuñao, te saliste por todos lados, jajaja. Gran megacrónica y maravillosa carrera, a seguir progresando. ;)

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  6. La crónica de la carrera, muy buena y por si te sirve de apoyo, estoy muy de acuerdo con tu opinión personal sobre la competición.
    Saludos.

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