lunes, 21 de noviembre de 2011

4ª MMM del Tanque. Cuando no se puede... por Javi Padrón

Cuando no se puede…
Vaya nivel que había este año en El Tanque. Vaya cantidad de corredores. Creo que es la media de montaña que mas participantes ha reunido. ¿Se estará la gente preparando para Anaga?.

El equipo

Nuestro pequeño equipo partió desde Güímar para disputarla. Íbamos a correr mi padre, mi hermano, mi cuñado y yo. Más que un equipo somos una familia. Nos acompañaban mi hermana, mi madre, mi mujer y mis dos hijos, además de Nena, una chica que se ha unido a nuestro equipo y pronto estará corriendo con nosotros. Voy bastante nervioso por el camino hasta el Tanque, que se nos hace bastante largo. Llevo poco mas de un año corriendo y esto de los nervios antes de la carrera no cambia.



Salida en tromba


Por fin llegamos, recogemos chips y dorsales, saludos a los numerosos conocidos y a calentar un poco. Alguna foto y a esperar a que den la salida, que se retrasa ligeramente por algunos problemas con el arco. Salimos en tromba  por el asfalto calle abajo, trescientos metros y a subir. Llevo un buen ritmo, sin apurarme en exceso porque la subida se que no es muy dura pero si bastante continuada. Corro bastante, casi no camino sino en los repechos mas pronunciados, me encuentro bastante bien y como siempre, adelanto y me adelantan, pero no me agobio porque se que después de la primera media hora suelo aumentar bastante mi rendimiento. Llego al primer avituallamiento pero sigo  de largo, voy quizás entre los 40 primeros. Cruzamos la carretera y seguimos para arriba. Me alcanza Marquitos y sigo con el un buen rato. Termina la subida y llegamos a Montañas Negras. 



Foto de Bichillorunners
Comienza el llaneo por la pista durante unos dos kilómetros y llegamos al segundo avituallamiento. Tampoco me paro en este y comienzo la bajada, pero ahora no me encuentro tan bien. De cintura para abajo me duelen todos los musculos. En bajadas técnicas no estoy acostumbrado a que me adelante la gente, pero hoy no voy todo lo rápido que desearía. Además, la parte técnica dura muy poco y enseguida llegamos nuevamente a otra pista, que después rodeará la montaña de Tomaseche. Cada vez me encuentro peor y bajo mucho el ritmo. No estoy acostumbrado a rodar tanto en pista y lo noto. Tanto es así que poco antes de llegar a la carretera general me tengo que tirar al suelo de los calambres en los gemelos. Ahí me alcanza David, de Zona Aborigen, al que tengo que dar las gracias. Me ayuda a estirar y se queda conmigo. Vamos despacio y llegamos a la rotonda de la carretera general. Otra vez al suelo y otra vez David a ayudarme. Le digo que continúe, el sigue y otro corredor que ya se había retirado me ayuda a estirar y me da un gel. Muchas gracias a él también.

Sigo corriendo pero ahora a ritmo de paseo, queda bastante y no quiero retirarme. Me paro de vez en cuando y estiro los gemelos, los llevo muy mal.  Llego a Ruigomez y está mi familia animando y sacando fotos. Me paro a saludarlos con mucha calma y vuelta a correr. Al llegar al tercer avituallamiento si me paro y me hincho a comer plátanos, naranjas y frutos secos, cosa rara en mi que no suelo comer nada durante las carreras cortas. De repente comienza a llover, dura poco, pero es lo suficiente para empapar a los corredores y embarrar aun mas la Ruta del Agua, la parte de la carrera que mas me gustaba y que menos pude disfrutar.


Estirando los gemelos en Ruigomez
Llegando a la subida de las antenas me alcanza mi cuñado, Eduardo. Se extraña de verme y seguimos juntos, él afloja el paso para no dejarme atrás. Por fin llegamos al asfalto, pero aun quedan dos kilómetros de sufrimiento. Casi no puedo seguirlo, tengo alfileres pinchándome los pies y él parece que huele la meta, porque esta apretando en el ultimo kilómetro. Por fin llegamos, cojo de la mano a mi hijo Alejandro y él lleva en brazos a Ricardo.

Eduardo ha bajado su tiempo del año pasado en 16 minutos, aunque también tuvo molestias en la subida. Al rato llega mi padre, que vuelve a subir al podio y mi hermano, que le hizo bastante bien para lo poco que lleva y lo poco que ha podido entrar.

Conclusión, para no alargar mas este tostón; La carrera es una preciosidad en paisajes y recorrido, y la organización fue perfecta, esto lo demuestra la gran cantidad de corredores, pero a mi me gustan más los perfiles de carreras con menos pistas y mas desnivel. La afluencia de público fue una pasada. En todos los cruces había una gran cantidad de gente animando y muchos conocidos. Pues nada, espero que estos dolores musculares sean solo por algo que haya echo mal esta semana y no me den mucho la lata, pues ya tengo ganas de ir a la Maratón de Anaga . Además, espero poder entrenar algo más, ya que tampoco he entrenado todo lo que me hubiera gustado. Así que todo el mundo a ponerse las pilas, porque ese día no espero por nadie. Nos vemos en Anaga.
Javi Padrón.        


Fotos: 
  
 PSB

1 comentario:

  1. Eso, en ANAGA a por todas, buena crónica, nos reflejamos todos en gran medida.

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